viernes, 20 de marzo de 2009

Importancia del internet en la Medicina

Estamos viviendo en una era muy especial de la historia, al inicio de la tercera revolución que ha experimentado la humanidad desde la aparición del Homo sapiens en la biosfera de este planeta, la revolución de la información. La primera, la revolución de la agricultura ocurrió en la prehistoria, hacen ya más de diez mil años. La segunda, la revolución industrial se inicia en 1750, y ha tenido una profunda y permanente influencia sobre la sociedad. La tercera, la de la información, promete ser la más radical en los cambios con que nos tiene intimados a todos. En vista de esos cambios, la mejor opción es la de preverlos, estudiarlos y adaptarnos a ellos lo mejor posible. Tratar de ignorar una realidad de esta magnitud sería suicida, y por ello pienso que la Academia Nacional de Medicina de Brasil ha tenido un gran acierto al convocar esta reunion e iniciar un diálogo constructivo sobre las tendencias de la medicina del nuevo milenio. No me siento experto en esta nueva disciplina de la cibermedicina, pero al aceptar vuestra gentil invitación me he dado a la tarea de familiarizarme con la literatura sobre esta materia y muy especialmente acerca de la influencia que tiene y puede llegar a tener Internet en el ejercicio diario de la medicina de nuestros días. La información necesaria para una buena práctica médica crece progresivamente, y uno de los problemas más difíciles para mantener una buena calidad del ejercicio profesional era la de hacer llegar la indispensable información a todos los médicos de un determinado país, especialmente a los que el destino ha ubicado en naciones del tercer mundo y alejados de los grandes centros hospitalarios, universitarios y de investigación. Con la aparición de Internet, mediante un computador, un modem y una línea telefónica y hasta con un teléfono celular, ya es posible acceder a toda la información que uno pueda necesitar, a un costo muy modesto y sin necesidad de las tradicionales bibliotecas de costos astronómicos para poder estar medianamente bien dotadas de libros y revistas científicas. Es un cambio radical que muchos colegas todavía no utilizan a plenitud, tal vez un tanto atemorizados por el manejo de estas nuevas tecnologías que progresan exponencialmente con el paso del tiempo.

Lo que ha pasado en los últimos años debe hacernos meditar acerca de lo que ineluctablemente habrá de ocurrir en el futuro, y prepararnos para aprovechar las inmensas e innumerables oportunidades que se nos ofrecen, a las cuales no tendríamos acceso alguno a no ser por el milagro de lo que significan Internet y la Web. Las cifras son contundentes. Existen más de 275 millones de páginas en la Web, y se afirma que aparecen 20 millones adicionales cada mes que pasa. De ellas, centenares de miles son médicas y de asuntos relacionados con la salud. Tan sólo un grupo importante, las dedicadas a la llamada "medicina basada en evidencia" ya van por 145.000. Acceder a todas ellas, y menos aún leerlas y digerir su contenido, es desde todo punto de vista imposible, de allí la necesidad imperiosa de obtener guías confiables para "navegar" sin tropiezos en ese inmenso mar de la información. El verbo "navegar" está bien utilizado en esta novísima acepción que se ha popularizado en los últimos años, y es evidente que cuando se navega, bien sea en el mar o en Internet, es preciso conocer los mapas, los instrumentos de navegación y las rutas, o sus equivalentes en el mundo de la computación. Los expertos se formulan la pregunta clave de si el flujo de información será uno de los factores más importantes para mejorar la salud e impulsar el desarrollo en localidades pobres en recursos. En el pasado a este factor no se le dio la importancia que obviamente tiene. Estamos en el umbral de cambios fundamentales ya que el acceso a la información es la base del aprendizaje, de la investigación y del debate que pone en movimiento un país. Es también esencial para entender las causas del subdesarrollo, construir una visión positiva del futuro e inventar las formas y maneras de lograrlo. Parafraseando a Sir Francis Bacon con su paradigma de "conocimiento es poder", podemos interpretarlo al nivel de "información es poder". Por lo tanto, es de la más grande importancia comprender y utilizar las modernas tecnologías para procurarnos esa información, tanto en el campo de la salud y medicina, como en todas las demás disciplinas del conocimiento. De todo ello se desprende la imprescindible necesidad de darle la máxima prioridad a la enseñanza de los elementos indispensables del manejo de computadoras (u otros aparatos que llenen esas funciones) que den acceso a Internet y la Web, y la familiarización de los estudiantes de medicina y los médicos y profesionales de la salud con esa novedosa, eficiente y económica vía para procurarse la información, indispensable para capacitarse y ejercer idóneamente sus profesiones. Todo lo que se haga al respecto se reflejará casi de inmediato en la calidad de la salud de los pueblos que sepan tomar la delantera en estos cambios profundos e irreversibles de la sociedad del nuevo milenio.

viernes, 13 de marzo de 2009